"Existe una brecha de conocimiento sobre el estado de la salud mental de los adolescentes españoles a la que se debe dar respuesta"
"Existe una brecha de conocimiento sobre el estado de la salud mental de los adolescentes españoles a la que se debe dar respuesta"
¿Qué opina de la Jornada que ha organizado el Colegio de Psicología de Navarra sobre salud mental en contextos educativos?
Me parece que es una Jornada necesaria, además de muy interesante tanto por los ponentes invitados como por el contenido de las charlas. Animo a todo al mundo a asistir y participar de forma activa; será un espacio de debate y reflexión, que iluminará ideas complejas en la mente de los participantes.
Me alegra enormemente participar en unas jornadas que, a mi modo de ver, son pioneras en España. El COP de Navarra está abriendo camino en este sentido, un camino que responde, como profesión y personas de la sociedad a nuestro compromiso social y constitucional de atender a las necesidades de nuestros menores. Las personas merecemos una atención psicológica accesible, oportuna, inclusiva, pública y de calidad.
Es innegable que el bienestar psicológico es un pilar esencial sobre el que cimentar y construir el presente y futuro de la nuestra sociedad. Y el lugar natural donde promocionar el bienestar psicológico y la salud mental infanto-juvenil son los centros educativos. Ya sabemos que: “no hay salud sin salud mental”. En otros términos: promover, proteger y cuidar la salud mental de la población.
¿Cuáles son sus objetivos en su ponencia “Salud mental en los contextos educativos: una necesidad ineludible”?
La literatura ya ha dejado bastante claro que los problemas psicológicos durante la adultez tienen sus raíces, en la mayoría de los casos, en la infancia y la adolescencia. Al mismo tiempo, los problemas de ajuste psicológico (p.ej., ansiedad, depresión) son prevalentes es población infanto-juvenil causando un claro sufrimiento a nivel personal y familiar sino también un impacto a nivel educativo y socio-sanitario. Igualmente, las dificultades psicológicas se pueden prevenir (una onza de prevención vale una libra de Cura) y, al mismo tiempo, se deben abordar en el contexto natural donde ocurren. Por ello los centros educativos son el lugar natural para realizar actuaciones de promoción del bienestar psicológico y la prevención de problemas de salud mental.
En la charla hablaremos del proyecto PSICE (PSIcología basada en la evidencia en Contextos Educativos) desarrollado por la Agencia Española de Investigación (proyecto de la Universidad de La Rioja) y Psicofundación.
¿En qué consiste este proyecto?
Este proyecto responde a la escasez de trabajos científicos en España en el campo de la salud mental escolar. Hasta el momento pocos estudios empíricos han analizado la prevalencia de problemas emocionales y conductuales, así como las diferentes fortalezas psicológicas en muestras amplias de adolescentes escolarizados. Existe, por lo tanto, una brecha de conocimiento sobre el estado de la salud mental de los adolescentes españoles a la que se debe dar respuesta. El objetivo del estudio PSICE, además de analizar la prevalencia de problemas auto informados, es validar al español y al contexto educativos el protocolo unificado transdiagnóstico con la meta de prevenir los problemas emocionales, así como mejorar u optimizar el ajuste emocional y social, los procesos de aprendizaje y el rendimiento académico.
Parte de los objetivos que se desarrollarán en la charla se pueden consultar en un reciente trabajo publicado en la revista Papeles del Psicólogo. (Profesionales de la psicología en contextos educativos: una necesidad ineludible).
Los hallazgos del estudio PSICE permitirán tomar decisiones basadas informadas por parte de las instituciones y los gobiernos con el objetivo, por ejemplo, de desarrollar una óptima gestión de los recursos y socio-sanitarios o la implementación de programas de bienestar psicológico y salud mental en contextos educativos
¿Qué aportan los psicólogos en los centros educativos y cuáles son las carencias más claras que tienen?
Me gustaría responder a la gallega: ¿se imagina que con nuestra formación de grado los profesionales de la psicología pudiéramos hacer intervenciones de cirugía torácica? Seguro que me responde que “No”. E igual añade que a nadie en su sano juicio se le pasaría por la cabeza.
Pues no me imagino que el uso de test para la evaluación y la toma decisiones asociadas, las actuaciones de promoción del bienestar psicológico en las escuelas o las intervenciones preventivas en materia de salud mental (tanto para los menores como para la comunidad educativa) no se realicen por los profesionales que estamos formados en estas competencias y que garantizamos las competencias exigidas por ley.
Que quede claro que la incorporación de los profesionales de la psicología no implica eliminar el excelente rol de los orientadores, sino colaborar y sumar profesionales expertos y competentes en el comportamiento humano para abordar el bienestar psicológico de toda la comunidad educativa. Y más si se tiene en cuenta la ratio alumno/profesional de la psicología que no permite garantizar una atención de calidad, inclusiva y oportuna.
El abordaje psicológico específico desde la promoción hasta la intervención psicológica es competencia de los profesionales de la psicología.
Responda a esta pregunta: ¿qué le diría a un padre o una madre que la intervención preventiva (detección y prevención) que está recibiendo su hijo/a por una dificultad de ajuste psicológico con claro riesgo para su salud (p.ej., intento suicida) en un centro educativo si se entera que la persona que lo está implementando no es un profesional de la psicología o que no está cualificado para tal fin? No hay más preguntas.
¿Cuál sería la situación idónea de intervención psicológica en los centros educativos? ¿Estamos lejos de alcanzarla? ¿Qué comunidad en España u otro país está cerca de alcanzar esta situación idónea?
Hasta dónde llega mi conocimiento, hay diferentes CCAA que ya están trabajando en ello y que han anunciado la presencia de profesionales de la psicología en contextos educativos.
Los gobiernos y las administraciones se han dado cuenta que no se puede mirar para otro lado, y que, en muchos casos, llegamos tarde. Es un secreto a voces que como sociedad existe la imperiosa necesidad de implementar programas tanto de promoción del bienestar psicológico para toda la comunidad educativa como de prevención de problemas de salud mental y dificultades en el ajuste emocional y conductual mediante la incorporación de profesionales de la Psicología en los centros educativos.
Partimos de la premisa de que la dotación de recursos en la Administración pública para cubrir esta demanda es escasa. A la atención de la salud mental infanto-juvenil se debe sumar, además de la carencia de personal, el sistemático olvido de dos ingredientes esenciales de la prevención: la detección precoz y la intervención temprana. Urge, por lo tanto, que los gobiernos tomen conciencia de su responsabilidad en este campo y promueva el desarrollo y consolidación del profesional de la Psicología educativa en los centros educativos.
La administración o CCAA que primero implemente la figura del profesional de la psicológica en el contexto educativo, no solo responderá a una cuestión de orden constitucional y compromiso social, sino que liderará un cambio a nivel nacional y se convertirá en el referente y espejo en el que mirarse para las demás CCAA.
¿Y por qué es tan relevante la salud mental ahora en los centros educativos y por qué antes no se hablaba tanto de este tema?
No cabe duda de que en los últimos lustros se han logrado numerosos avances en materia de salud mental. El nivel de comprensión del comportamiento humano y el acceso a las intervenciones psicológicas, entre otros, han mejorado, al igual que se ha reducido el estigma y tabú asociado. No obstante, si lo miramos desde otro prisma, la respuesta a esta realidad es bien distinta, pues aún relucen por su ausencia los avances en liderazgo, gobernanza y financiación en materia de salud mental
Como ya hemos dicho, los problemas psicológicos en adolescentes, como la ansiedad y la depresión, generan un impacto a nivel familiar, educativo, sanitario y social. Es una realidad que ya no se puede ocultar más. Ya no se puede continuar mirando para otro lado. Se hace necesario responder a este desafío mediante el estudio de la salud mental y la implementación de estrategias para la promoción del bienestar psicológico y la prevención de los problemas de salud mental en jóvenes.
La salud mental es un derecho que hay que cuidar y que debe promoverse y protegerse. Las personas y, en particular, los grupos más vulnerables como los niños, niñas y jóvenes merecen una atención psicológica accesible, oportuna, inclusiva, pública y de calidad.
La promoción del bienestar psicológico y la prevención de problemas de salud mental en nuestros menores es la mejor inversión por parte de la sociedad, los gobiernos y las instituciones, no solo para la sociedad presente, sino también futura.
No me cabe la menor duda de que la Psicología, de la mano de los gobiernos, asociaciones, etc., debe liderar este cambio.
Más información
→ "La salud mental en los contextos educativos" (Pamplona, 10 de noviembre de 2023)
→ Datos sobre el ponente: Eduardo Fonseca Pedrero (Universidad de La Rioja)